En el sur de México, en las tierras altas de Chiapas, reside una comunidad con una impresionante cultura indígena y parte de esa cultura incluye la Coca-Cola: de todos los países México es el país con mayor consumo de Coca-Cola per cápita, estudios sugieren que las comunidades indígenas de las tierras altas (o Los Altos) pueden ser los clientes más leales del refresco en el mundo (en dicha comunidad indígena encontraron que el 15% de los niños de uno o dos años bebían refrescos regularmente, al igual que el 3% de los bebés menores de seis meses), en dicha comunidad, en la mayoría de las tiendas de la esquina se encuentran anuncios publicitarios de Coca-Cola.
La Coca-Cola en dicha región ha sido adoptada como parte de la cultura de la comunidad: ninguna reunión para celebrar un nacimiento, un matrimonio o un santo patrón se considera completa sin Coca-Cola para los invitados, en el caso de los rituales públicos y privados que allí se realizan; se cree que una botella de Coca-Cola alimenta a los buenos espíritus y ayuda a los enfermos.
Debido a que en la mayoría de México el agua potable no está generalmente disponible incluso para aquellos que pueden contar con agua corriente en sus hogares, muchos recurren a los refrescos para la hidratación básica, la principal consecuencia que enfrentan este tipo de comunidades ante ésta costumbre es la diabetes tipo 2; enfermedad la cual según un estudio de certificados de defunción realizado entre el año 2008 y el año 2012 es la causa principal de muerte en la región.
En la actualidad, activistas consideran que las autoridades mexicanas no se han tomado lo suficientemente en serio los problemas de salud que resultan a raíz de hábitos como el reemplazo del consumo de agua por el consumo de refrescos; problema que no solo está presente en comunidades indígenas como la anteriormente mencionada.